Nuestro Club +HUMANOS leerá durante el mes de enero un breve pero impactante relato de Lev Tolstói, LA TORMENTA DE NIEVE. Esta lectura nos ha inspirado para abordar el tema del ÉXITO durante el mes.

Existen muchas definiciones del éxito. La Real Academia Española nos ofrece tres acepciones:

  • Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.

  • Buena aceptación que tiene alguien o algo

  • Fin o terminación de un negocio o asunto.

Son muchas las personas que dan un alto valor a alcanzar aquello que para ellas es el éxito. Trabajan en pos de esa meta que, muchas veces, es un tanto confusa e indefinida. La sociedad en la que vivimos nos empuja en esa dirección, premiando a aquellos que supuestamente triunfan y castigando a quienes fracasan. Desde niños se nos educa para buscar el éxito en competiciones deportivas o académicas, en exámenes e incluso en las relaciones sociales, que se miden por nuestro supuesto nivel de popularidad. Con frecuencia, nunca cuestionamos ese camino. Todo el mundo lo sigue, nos decimos, por lo que seguro que es el correcto. Pero, ¿es verdaderamente así?

Hoy nos gustaría plantearte dos preguntas y que las meditaras para comprender mejor cuál es tu camino y a dónde te diriges.

 

¿CÓMO SABRÁS QUE HAS ALCANZADO EL ÉXITO?

  • ¿Cómo sabrás que has alcanzado el éxito? Es decir, ¿qué tiene que ocurrir para que consideres que ya está, que has llegado? 

 

¿CUÁL ES EL AUTÉNTICO MOTIVO?

  • ¿Cuál es el auténtico motivo por el que persigues esa prueba de tu éxito? En este caso debes preguntarte si eres tú realmente quien ha elegido esa meta o si la persigues por el prestigio o el valor que crees que percibirás en los demás una vez la alcances?

 

Medita bien tus respuestas porque estamos hablando de tu vida, de cómo quieres vivirla y de qué verás cuando mires atrás e intentes valorar el camino que has recorrido. Sólo tú puedes elegirlo, por lo que te animamos a que no lo hagas a ciegas ni a la ligera. Recuerda que, como en todo lo demás, la definición de éxito será la que tú quieras elegir y utilizar. Nadie te puede ni debe imponer qué valor quieras darle; ese es tu derecho. Ejércelo y persigue aquello que de verdad desees perseguir por los motivos que a ti te sirvan, los tuyos propios.

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