Cuando un ser humano nace, nace sin creencias. Las creencias las deducimos de las experiencias que comenzamos a tener después de nacer: de lo que vemos, oímos o vivimos. Así, muchas de las experiencias que tenemos provienen de la infancia, de nuestro entorno o de nuestras familias, estas se pueden convertir en creencias.

Por ejemplo, habiéndome criado en España, las voces altas y ruidosas eran para mí algo normal, que se aceptaba como parte de lo habitual, pero cuando viví en Rusia descubrí que allí esas mismas voces altas se consideraban de muy mala educación.

 

 Todos los seres humanos necesitamos creencias                    

Las creencias son nuestros cimientos y nos llevan a ver el mundo tal y como lo vemos. Unas creencias fuertes denotan unos cimientos sólidos. Cuestionar nuestras creencias provoca incertidumbre, inseguridad y dudas.

Existen creencias en todos los campos de la vida. Las podemos agrupar en conceptos temáticos:

 

  • Creencias familiares: las creencias compartidas por los miembros de una misma familia.
  • Creencias sociales: las compartidas por los componentes de la clase o del grupo social en el que crecemos o vivimos.
  • Creencias religiosas: las que se derivan de la religión que nos enseñaron en casa o en la escuela.
  • Creencias culturales: las derivadas de nuestro entorno étnico o nacional.
  • Muchas otras

 

 Todo ser humano ve el mundo a través del filtro de sus creencias                    

Algunas de esas creencias ni siquiera somos conscientes de tenerlas; con el tiempo se convierten en subconscientes y simplemente asumimos que el mundo es tal y como lo percibimos. Las internalizamos tanto que se convierten en lo normal.

Entonces, al establecer relaciones, el conjunto de creencias personales, religiosas, culturales y otras que tenga cada uno de los miembros de la pareja afectará al modo en el que se enfoque y mantenga esa relación.

Así, si uno de ellos por ejemplo, cree que la única manera de mantener la relación es de forma abierta y libre y la otra persona cree que solo se puede si hay absoluta devoción a su pareja, antes o después tendrán dificultades.
Cuando las creencias no son obvias y no se expresan al principio de la relación, como algunas personas que aceptan las creencias contrarias de su pareja y siguen adelante con la relación, a la larga provoca problemas sin resolver en las parejas.

 

 

La creencia de la familia perfecta                           

Para que una pareja sea sólida y estable, cada uno de sus miembros deberá conocer sus propias creencias y compartirlas con la otra persona a fin de facilitar la comprensión mutua. Saber qué opina tu pareja, aunque sea distinto de lo que tú creas, te ayudará a comprender sus posturas y sus opiniones.

Eso no implica necesariamente que tu pareja se vaya a convencer de que tus creencias son las correctas, pero comprender de dónde venís es un primer paso adelante en el crecimiento en pareja.

 

¿Cómo puedes descubrir cuáles son tus creencias, si algunas de ellas son subconscientes?

Yo recomiendo el siguiente ejercicio que se puede hacer de manera individual o compartir después sus resultados, parcial o totalmente, con la pareja. Durante un par de semanas, lleva siempre contigo una libreta y un bolígrafo. También puedes usar el sistema de grabación del teléfono. Cada vez que te escuches diciendo alguna de las siguientes frases:

 

  • Creo que?
  • Me parece que?
  • Supongo que?
  • Puedo/no puedo?
  • Debería/no debería?
  • y todas las que se les parezcan

 

Anota en tu libreta lo que hayas dicho. También, puedes anotar todos los pensamientos que tengas que comiencen por esas mismas palabras. Después de dos semanas, repasa tus notas. Representarán muchas, si no todas, tus creencias.

Una vez conozcas tus creencias, comparte esa información a voluntad con tu pareja. Intenta encontrar en qué se diferencian sus creencias de las tuyas. Pero no las cuestiones. Como primer paso, limítate a reconocer tus creencias y las creencias de tu pareja.

Comprender cómo vemos el mundo es un paso muy grande en el crecimiento humano. Comprender cómo lo ve tu pareja te puede explicar porqué a veces chocáis tanto.


Basándote en las creencias que has identificado, pregúntate entonces: ¿cómo espero comportarme en una relación? ¿Cuál es para mí el comportamiento correcto? ¿Cómo espero que se comporte mi pareja? ¿En qué difiere su comportamiento de mis expectativas? ¿Puedo vivir con esa diferencia y aceptar que mi pareja se está comportando según le parece correcto, según sus propias creencias? ¿Cómo me comporto yo que choca
con las expectativas que mi pareja tiene de mí? ¿Puede mi pareja vivir con la diferencia que hay entre lo que espera y mi auténtico comportamiento?

Las respuestas a estas preguntas te aclararán mucho dónde estáis tú y tu pareja en vuestra relación.

 

La mayoría de las creencias no se pueden cambiar a voluntad               

Requieren de un proceso más complejo. Es por eso que te recomiendo que reconozcas tus creencias y las de tu pareja y que trabajéis juntos en aceptarlas. Si descubres una creencia en tu pareja con la que no puedes convivir, intenta explicarle tus motivos. Tu pareja los puede aceptar o no. Debatir abiertamente las creencias que están limitando vuestra relación podría llevaros a una comprensión más profunda del otro. Esa comprensión suele resultar suficiente para desbloquear una relación y dejar que esta avance.


Si no resulta suficiente la comprensión, la creencia que está bloqueando vuestro desarrollo, sea una creencia tuya o de tu pareja, me temo que no va a desaparecer por sí sola. Siempre creará fricciones. Es muy importante ser también conscientes de esta realidad.

Una vez lo sabéis, ambos deberéis decidir qué más queréis hacer. En este punto, os podría resultar de mucha utilidad contar con los servicios de un humanólogo. El trabajo al que nos dedicamos incluye ayudar a otros seres humanos a identificar, cuestionar y cambiar creencias de todo tipo.


En resumen, trabaja en tus creencias a la par que tu pareja trabaja en las suyas. Después compartidlas y comentadlas. Con eso tal vez sea suficiente. Si descubrís que seguís realmente atascados, solicitad a vuestro humanólogo que os ayude.

Después de todo, toda creencia es personal y por ello complicada de manejar.

 

Mientras tanto, recuerda disfrutar de la vida? de TODA ella.

 

Jessica J. Lockhart

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